­

VÍCTOR, EL NIÑO PIRATA Y LAS "CASUALIDADES"

abril 21, 2022


                                  

Como todo, esta historia empezó con una casualidad.

Un día de marzo Ana, una mujer preciosa amiga y gran psicóloga me invitó a participar con ella en un directo de instagram  para hablar de su programa, Mujer Medicina. Ana dejó un tiempo para que yo pudiera hablar de mi proyecto, Almas.

Al día siguiente se puso en contacto conmigo Pilar.

Pilar me dio las gracias por el trabajo que había decidido emprender y por ser valiente al darle visibilidad y naturalidad. También abrió su corazón y me habló de su historia.
Hace 21 años el hijo de Pilar murió, con la edad de 12 años. No podía escuchar su voz a través de los mensajes pero sabía que le estaba temblando. Cuánto coraje y cuánta fuerza hacen falta para abrirte en canal cuando has estado rota.

Para acabar su mensaje, Pilar me dijo que cuando estuviera preparada me llamaría.

Al cabo de un mes, recuerdo que era domingo; domingo por la tarde, yo estaba trabajando en la cafetería cuando de repente unos ojos brillantes y una vocecita tímida me preguntaron: “¿Eres Ana, verdad?” Esta preciosa mujercita era Yaiza. Yaiza es la hija pequeña de Pilar y hermana de Víctor. Asentí, le pregunté con curiosidad si nos habíamos visto antes o de qué nos podíamos conocer. Ella me explicó que, junto con su madre, habían leído todo mi blog. Se me abrieron los ojos como platos y exhalé con una emoción  de satisfacción y orgullo. ¡Qué bello que lo que más disfruto hacer esté llegando a muchas personas! Y ¡Qué “casualidad” que esa tarde conociera a Yaiza, ya que había estado toda la semana pensando en Pilar y en lo que me gustaría trabajar con ella…!

Esa misma noche Pilar me envió un mensaje, diciendo que nuestra sesión estaba cada vez más cerca y             que le gustaría conocerme.
No pasó ni una semana cuando por “casualidades de la vida”, Pilar se equivoca de parada de autobús y se baja justo en frente de la cafetería donde yo estaba trabajando.

Cuando la vi entrar me congelé y tragué saliva. Sabía que sería un gran momento; “Un con leche descafeinado por favor”. Yo me quedé observándola, inmóvil, no sabía cómo saludarla. Me debí quedar más tiempo del que pensaba porque volvió a repetirme el enunciado de su café: “Un con leche descafeinado por favor”.

Lo preparé y lo dejé sobre la barra. Me dijo: “¿Eres Ana verdad?”. Asentí.

Me habló de todas las “casualidades” que le habían ido acercando hacia mi. Quedamos al día siguiente para hacer nuestra sesión.

Confieso que estoy retemblándome al escribir estas líneas porque siento una gran responsabilidad.

A medida que voy teniendo la oportunidad de acompañar a más personas me doy cuenta de la enorme responsabilidad que esto supone.

No se me había presentado todavía la ocasión de comunicar a un hijo con su madre. Estoy desbordante de amor pero un poquito nerviosa, lo confieso.

Llevo varios días intentando escribir este post y Víctor lleva varios días “incordiándome” para que lo escriba. Espero estar a la altura y encontrar las palabras con las que Víctor quiere narrar su historia.

Allá vamos; pequeño Víctor te dedicamos estas líneas y este espacio:

Las almas de los niños son más potentes que las almas de los adultos. Un niño se encuentra en su más pura esencia, mientras que los adultos tenemos que “deconstruirnos” para llegar al centro de nosotros mismos. Los niños tienen su canal abierto, tanto para comunicarse con otros planos como para estar constantemente alimentando y dando rienda suelta a su creatividad.

Durante estos meses he estado observando y estudiando la relación, que existe entre creatividad y escucha de otros planos. He descubierto que sin una, no puede darse la otra. La creatividad nos conecta con nuestro niño interior, y nuestro niño interior tiene muy claro lo que desea; aquello con lo que sueña; lo que le gusta y lo que no le gusta. El niño interior sabe dar las gracias cuando alguien honra sus logros y sabe darse el espacio que necesita cuando desea estar solo jugando y construyendo su mundo.

El mundo de los adultos, habitualmente no deja mucho espacio para jugar. A mi, personalmente me resulta imprescindible.

Víctor murió jugando.  Él era un pirata que quería ajusticiar a un “malo”, le pensaba  a ajusticiar con la horca. El poder de la creatividad no tiene límites y él tenía que cumplir con los roles de los dos personajes. El Capitán de los piratas y el ajusticiado. Cuando se puso el cinturón de la bata en el cuello para continuar dando vida a su historia perdió  la suya. Se golpeó la cabeza con la viga y al tropezarse se ahorcó. Su almita abandonó su cuerpo casi al instante, de golpe.

Recordamos los tres tipos de lo que llamamos “muerte violenta”: Suicidio, asesinato o accidente”; todas aquellas muertes que podemos llamar como “repentinas”. Son procesos en los que las almas no pueden prepararse para irse. No les da tiempo a saber que van a pasar a otro plano, sencillamente ocurre.

Pilar entraba junto con su pareja a la casa después de tirar la basura, después de la cena, y vieron lo que había sido el escenario de juego del pequeño.

Víctor por su lado no podía descifrar lo que estaba pasando. Pilar y su hija se mudaron de aquella casa. Permanecer allí era demasiado doloroso.

Durante la sesión pudimos entender qué es lo que le había pasado en realidad ya que en el pueblo donde vivían se comentaba que había sido un suicidio. Teoría que en el corazón de Pilar y en el de su familia no se podía encajar.

Gracias a dedicarle a Víctor un espacio y un tiempo para recordar las cosas que le gustaban, como por ejemplo, llenar la casa de pequeños gatitos que se encontraba por la calle, jugar, cocinar… pudo ir ganando luz. Es muy sanador para todas las partes hablar de lo que ha ocurrido y exponer cómo nos sentimos en aquel momento y de qué manera nos sentimos ahora al revivirlo. Es una parte importante del proceso de duelo. Podemos ir escuchando que la herida sangra pero puede que cada vez nos desgarre un poquito menos.

En esta sesión ayudamos a Víctor a que entendiera dónde está y el camino que le toca seguir  a partir de ahora.

Pilar y yo pudimos hablar con él, hacerle preguntas y empezar a buscar herramientas para conectarnos con él y sentirlo cerquita.

Él nos dijo que se quedaría en casa para acompañarles, cuidarles y trabajar a través de ellos.

He aprendido que el fin único de personas y almas es llegar a la esencia de cada ser; hay quienes lo consiguen en vida, quienes inician el trabajo en vida y lo continúan desde otro plano, quienes en vida no se cuestionan absolutamente nada y tienen que hacer todo el trabajo desde el inicio una vez que han fallecido y también están los que como Víctor, abandonan este plano cuando todavía no les toca.

Gracias Víctor por ser un claro ejemplo de valentía y fortaleza. Aceptas que te fuiste “sin querer” y asumes que tendrás que hacer tu trabajo desde donde estás. Te honro y te admiro.

Gracias Pilar por ser una de las mujeres más fuertes que he conocido. Puedo acompañarte pero no puedo sentir el profundo dolor que has sentido durante estos años. Gracias por darme el honor de acompañarte y por presentarme al precioso Víctor.

Gracias Yaiza por ser valiente y hacer de conectora entre vosotros y yo.

Os deseo toda la luz y amor del mundo para que sigáis trabajando para estar en contacto entre vosotros y con vosotros mismos.

El camino es hacia adentro. Hacia nosotros.

Sé que Víctor es mi nuevo amigo. Desde que hice la sesión hasta hoy que he decidido acabar esta publicación ha estado acompañándome, insistiéndome y mandándome muchísima fuerza para que siga materializando mis proyectos.

Me quito el sombrero ante ti pequeño.

Abre tus enormes alas.


                      

                    ESTE ES EL ÁNGEL QUE PILAR ME REGALO CUANDO ACABAMOS LA SESIÓN.  ES PURO Y BRILLANTE.

You Might Also Like

8 comentarios

  1. Preciosa historia!!!
    Que bonito y sanador es poder comunicarnos con quiénes amamos y ya no están, olé Ana!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Qué decir! Siempre impecable, hilando fino y construyendo la emoción del relato sin dejar ni un cabo suelto. Sencilla, clara, concisa y certera. Ay mi niña, tú vales muchísimo y vibras muy alto con ése corazón repleto de generosidad y cariño. Un beso Ana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pablo! Menuda ilusión me hace leerte y sentirte por aquí!
      Gracias por tu bello comentario y por tu gigante apoyo!
      Un beso grande!

      Eliminar
  3. Hola Ana,sentí alivio al saber que existías,entendí que eras un ser especial de luz y amor.Mi eterna gratitud desde todo mi ser, por ayudarnos a entender , por unirnos más aún y aliviar el dolor, y la carga.
    Es un precioso homenaje a Victor,que ya nació Angel, su corta vida fue una muestra de amor constante. Fue inhumano su pérdida, ahora gracias a ti , se que está con nosotros y lo más importante, que mi niño está bien.
    Gracias siempre Ana , bendiciones y luz , permíteme decirte que te quiero ,te admiro, ahora eres parte de nosotros, bendita seas amor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Pilar por haber compartir conmigo tu sentir y tus entrañas.
      Ha sido un placer maravilloso poneros en contacto!

      Eliminar
  4. Acabo de leerlo. Me ha emocionado,y he sentido como si alguien me presentará a Víctor,ese niño que un día me llenó de su esencia para volver a abrazar y besar a su madre.
    Mil gracias Ana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué gratificante ha sido leer tu comentario.
      La historia de Víctor es realmente entrañable.
      Qué bien que las publicaciones hagan posible acercar tanto a los lectores!

      Abrazo grande.

      Eliminar