PREGUNTAS FRECUENTES
Han sido dos perdonas las que, en la misma mañana me hicieron esta pregunta. Me parece una buena pregunta por la que empezar y estrenar así esta página.
Todas las historias que publico son casos reales, y con reales quiero decir que las he experimentado yo, en mis carnes.
De hecho, uno de los objetivos principales de este blog es transmitir todo lo que voy aprendiendo de la forma más transparente posible.
Esta pregunta me encanta. Intentaré resumirla todo lo posible, ya que puede dar pie a muchísimas respuestas.
Digamos que este es el proceso que hasta ahora yo he conocido; El alma abandona su cuerpo físico, (quiero recordar que el hecho de que el cuerpo físico esté sufriendo no quiere decir que el mismo alma esté sintiendo o padeciendo las mismas sensaciones.)
Un proceso normal o más habitual, es que el alma "desaparezca" por unos días, entendiendo desaparecer como viajar a un plano superior, con el cual yo no puedo comunicarme. A continuación, tienen que aprender a relacionarse con nosotros; dar mensajes. ayudar, pedir ayuda... etc. Anteriormente a esta lección, una entidad, un alma o una energía les tiene que dar permiso. Que te concedan o no este permiso o esta oportunidad depende del trabajo que lleve realizado el alma. Con trabajo quiero decir; cuáles hayan sido sus acciones en vida: si tenía desarrollada, o no, una parte más espiritual...En otras palabras que quizás conozcas: depende de lo bajo o lo alto que vibrase.
No creo en la clasificación que, cuando era pequeña, la iglesia me impuso. No creo en juzgar a la gente en buenas o malas personas. Pero es cierto que hay acciones más "oscuras" que otras y que cuanta más luz tengamos mejor.
Las almas aprenden a comunicarse de forma progresiva. Cuanta más luz tengan, es decir, cuanto más trascendidos estén más fácil resulta la comunicación con ellos.
Al principio, es habitual el no poder ver el cuerpo completo, no entender todas las palabras que dice, o, sentir (físicamente) lo que ellos sintieron en su tránsito a la muerte.
A medida que van evolucionando, la conversación resulta más fácil, más liviana, incluso alentadora, para ellos y para mi. Puedo escuchar con claridad qué palabras quieren que utilice, les recibo desde un estado de calma y transmito los mensajes con mucha más confianza.
Vemos que como todo, es evolución.
Porque Jose no necesitó un tiempo para "purgar" o para valorar cómo de buenas o malas habían sido sus acciones. Jose, desde el primer momento que trascendió, pudo venir y comunicarse con su familia, conmigo y con las personas que él necesitó.
La respuesta a esta pregunta es un rotundo sí. En más de una ocasión las almas que han venido para pedirme que de algún mensaje o les ayude de alguna manera, han utilizado las palabras: "me han dicho que tú puedes ayudarme".
