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QUIEN SOY YO



Mi nombre es Ana Brau.

 Tengo 20 años  y estas líneas son una parte de mi:

Siempre me he considerado un ser sensible, perceptivo y con un gran interés por los “oculto”; lo que el ojo no ve. Reconozco, que la  palabra “oculto”, empleada durante tantísimos años para, bajo su sombra, esconder  temas como los que aquí vamos a tratar me genera rechazo.

¿A caso es malo hablar de instinto, intuición, conexión? ¿Por qué nos suena tan raro hablar de raíces, ancestros,  almas? ¿Por qué tendemos en nuestra sociedad a tachar de "raros" e incluso "locos" a todos aquellos que tratamos de entender las energías que nos habitan y acompañan?

En mi caso, todo empezó gracias a un sueño:   “Aparecí en un espacio enorme, diáfano, infinito. Mi aspecto era la de un niño pequeño.  Delgado.  Vestido de blanco, muy alegre.

Apareció  de repente un hombre. Entendí al momento que se trataba de un ancestro y le seguí. Siempre he creído que era el padre de mi abuelo, pero no puedo asegurarlo. Era un hombre grande, alto y con cara de pocos amigos.

 Durante el trayecto, nos cruzamos con más grupos de almas; algunas más translúcidas que otras. Más tarde comprendería que esto depende de la evolución de cada una.

En ese momento apareció mi abuelo. “

 Dos días más tarde estaría viéndolo en mi habitación y pudiéndome comunicar con él.

Desde entonces me dedico a transmitir mensajes de almas a  familiares y amigos y viceversa.

El objetivo de este blog es hablar a viva voz de mis experiencias y aprendizajes. Me gustaría abrir la puerta para que las almas pasen de ser un tema que hay que tratar en las tinieblas del secreto a una herramienta de curación y crecimiento.