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LAS ALMAS QUE CRUZABAN EL EBRO.

agosto 16, 2022


 

Supongamos que hablo de un nueve de agosto.

Lurdes, mi madre vasca, así es como la siento, me contactó para contarme que había fallecido su tío.

Le comuniqué  que lo sentía bien y que le mandaría mucha  luz para que pudiera hacer su tránsito tranquilo.

Antes de despedirnos me comentó que creía recomendable esperar al menos 72 horas antes de hacer la incineración  para que el alma pudiera hacer su viaje sin problemas.

Esta información no me resultaba desconocida pero no tenía la certeza de saberlo de primera mano. De manera, que mi respuesta fue abierta. Le preguntaría a su tío para ver qué era lo que él necesitaba.

En este momento se juntaron varios factores. En primer lugar; su tío estaba muy ocupado haciendo sus cosas de alma recién desencarnada, otro condicionante fue que uno de los talleres en los que estoy trabajando trata  el tema de la muerte. Me parecía muy importante dar respuesta a esta pregunta para poder sumar este contenido al temario. De manera, que hice lo que siempre hago en estos casos: “pedir información”, miré en dirección al cielo y les dije a los que siempre están: “chicos necesito que me expliquéis esto.”

Hecho el encargo salí a hacer deporte.

 Fue precioso, me guiaron durante toda  la ruta. Suelo hacer un recorrido muy sencillo y la mayoría de  veces es parecido. 

Aquella tarde tuve algunas variaciones pautadas por los de arriba y ante esas órdenes… no hay cuerpo que se resista.

Detuve mi carrera cuando llegaba a la parte trasera del Tanatorio que queda junto al parque del Ebro.

Los ojos se me abrieron como platos al ver como cientos de almas sin una forma definida cruzaban el río.

Enseguida pude identificar aquella imagen. En mis archivos mentales había una exactamente igual a aquella. Recordé uno de los fotogramas de la película de Disney, Hércules.

 Una vez más pensé: “caray estas películas de ciencia ficción…” Habitualmente las ficciones están más que basadas en experiencias propias y reales. Si en algún momento de mi vida hago una película,  prometo firmarla como “experiencia hiperrealista.”

Aquella imagen me dejó muy impactada; esas almitas estaban tristes y de alguna manera Errantes. Como en el momento no pude comprender muy bien qué era lo que necesitaban, sencillamente les envié luz.

Podemos compartir luz de muchas maneras y formas; la más sencilla y pura desde mi punto de vista, es: Una vez te has colocado en tu centro visualizas con el corazón aquello que quieres enviar. Puede ser una bola de luz o un túnel, una frase o un mantra, un color, una frecuencia o incluso un estado.

Una vez en casa y sin que me diese tiempo a ducharme llamó mi madre. 

Hablamos a cerca de cursos, sesiones, terapias y de cómo nos había ido el día. “¡Casi me olvido!”, le dije yo. “Olvidaba contarte lo que he visto hoy…” “Se dirigen al cementerio en busca de sus lápidas, necesitan localizar quiénes son, quiénes han sido”, me contestó ella.

 En aquel momento se encendió la bombilla.  

Mi paquete había llegado como un torrente en forma de información. Lo más bonito de todo es que nos llegó al mismo tiempo y exactamente con las mismas palabras a mi madre y a mi.

 Aquellas almas habían sido incineradas antes de que su tránsito hubiese podido acabar.

La muerte es un proceso.

El alma empieza a salir del cuerpo antes de que el cuerpo deje de funcionar del todo; es decir, cuando en un lenguaje terrestre escuchemos: “Se ha ido” no debemos abandonar, porque en este momento está ocurriendo algo realmente mágico.

El alma se está esforzando en completar su proceso de partida, a la vez que se despide de aquel cuerpo que en esta vida fue; su traje, su carta de presentación, el vehículo que le enseñó a amar, a besar, a crear, a cantar, a bailar, a soñar, a sufrir, a llorar, a comer…

Cuando escuches “se ha ido” ¡Baila! Porque le estarás ayudando a no tener miedo. Le estarás diciendo que todo va a ir bien. Que el sitio al que se dirige no es peligroso porque estará consigo mismo, consigo misma.

Cuando escuches “Se ha ido” tómale las manos y agradécele, dale el permiso para que vuele, para que se libere y avance. Prométele que tú estarás para lo que necesite.

 Háblale de los recuerdos que tengáis juntos.

En cada sesión hablo del tránsito hacia otros planos con la metáfora de “La cajita”, y esta metáfora dice así: “Cuando nos morimos todos portamos una cajita. Esta cajita está llena de nuestros recuerdos, vivencias, sensaciones, emociones…” En la primera mudanza no solemos poder transportar toda la cajita. Es por eso que necesitamos ayuda para completar todos nuestros recuerdos.

Y por esa razón las almas que aparecen en las sesiones nos cuentan anécdotas, nos enseñan imágenes y nos piden que volvamos a hacer “cosas” que ellos anhelan.”

Debemos respetar los tiempos y el proceso de cada uno; de los vivos y de los muertos.

“Aprender a morir para saber vivir.”

De manera que sí, querida Lurdes, tenías razón. Siempre te digo que eres sabia.

Cuando escuches “Se ha ido”, deséale buen viaje.

 

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13 comentarios

  1. Hola, me ha encantado
    Escribes muy bien
    Besitos

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  2. Maravillosooo!!gracias por compartir estas experiencias increibles y llenas de amor

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    1. Gracias a ti por recibirlas con el corazón disponible!

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  3. Gracias muchas gracias, algo más que nutre mí andar sobre esta bendita Tierra. Abrazos

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  4. ALEJANDRO LAFUENTE17 de agosto de 2022, 19:34

    Me encanta leerte Ani, uno de tus artículos, "un domingo cualquiera" empezó a poner mi alma en el camino y en el cambio que ahora sí! puedo vislumbrar, gracias x ponerle voz a esas almas y por hacerlo con tanto AMOR.

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    1. Querido Alex, siempre me emociona mucho leerte.
      Eres grande y tú también nos aportas mucha luz y energía.
      Eres un volcán de creatividad y energía! Nos vemos pronto.

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  5. Una vez más enhorabuena Ana; Por plasmar con palabras tan precisas y descriptivas que haces que reviva contigo esas vivencias.
    Por compartir, enseñar y poner luz, esperanza y amor en uno y otro plano, por ser puente y guía. ✨✨😘😘

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    1. Gracias querida tía Marisa por acompañarme y poner luz en tus jabones, en tus pócimas y en tus abrazos. Qué vivan las TRIBUS!
      Te quiero mucho.

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  6. Hola Ana, e gustó mucho tu artículo. 🙂

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  7. Gracias por enseñarme, tan sencillo, cómo hacer para ayudar en el tránsito. Lo estaba haciendo sin la consciencia ni el conocimiento adecuado. Gracias, gracias, gracias, Luz que ilumina el mundo. 🙏💜🙏

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  8. Gracias Ana por compartir esta experiencia ...Las almas que cruzaban el río, es tan importante aprender a transitar ese proceso de despedida y acompañar a un ser querido hasta el final,..
    Gracias ,gracias ,gracias
    Alma bella😊🙌💖

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